Cuando hablamos de Meditación, todos tenemos la imagen de buda sentado inmóvil con las manos en el regazo y las piernas cruzadas, en una actitud de abandono de toda reflexión o búsqueda mental.
La meditación sentada responde a una actitud de retraimiento de lo exterior, apertura al mero ser, y detención de toda implicación en el movimiento físico y mental.
Meditar es una práctica que invierte la dinámica de la conciencia, volviéndola sobre sí misma, reposándola en su propia naturaleza, sin buscar nada en el exterior ni en el interior.
En la práctica de la meditación no hay meta, no hay promesas de ningún tipo. No ocurre nada. La meditación misma es el fin.
“Lo único que tenemos en realidad es el ahora”.
~Sogyal Rimpoché~
